Ya pasaron 5 años de la caída de una Alianza muy particular. Todavía sigue latente el sentimiento de odio que algunos tienen y sienten hacia ese mandato, demostrado por los eternos e interminables hechos de violencia para recordar épocas "infames". Bombos, pancartas, platillos, cacerolas...¿qué diferencia hay? Antes, ahora y quizás después se siga recordando estas fechas, con la misma violencia que tuvieron los policías que mataron y reprimieron aquellos días en la Plaza de Mayo. Y año tras año, le seguimos diciendo a los políticos que somos tontos y vulnerables, porque sólo con cacerolas pudimos aullentar a un presidente blando, pero no alcanza con hacer ruido.
En diferentes programas de televisión, supongo porque vi sólo uno (A dos voces), se armó un debate que pudo haber tocado vértices similares. ¿De quién fue la responsabilidad?¿Fue fracaso político o golpe inconstitucional? Hay posiciones formadas sobre el asunto, algunas que dicen que el presidente nunca tuvo el apoyo que necesitaba para encauzar el gobierno y hacer todo lo que hubiera querido, que cometieron un complot entre los partidos de la oposición (la mayoría en ese entonces)...Y por otro lado, personas que dicen que el peronismo estaba abierto al diálogo, que brindaba el apoyo al gobierno, sólo que éste era demasiado "frágil" como para sostenerse a sí mismo y afrontar una crisis de semejante magnitud.
Yo creo, particularmente, que tratamos de caer en lo que algunos trataron de poner como excusa en tiempos anteriores. Existe un paralelismo con la teoría de los dos demonios, porque ni uno ni el otro asume la responsabilidad total sobre lo sucedido el 19 y 20 de diciembre. Es más, estan apurados en hecharle la culpa a los demás en vez de reconocer su propia implicancia. Bueno, el escape en helicóptero es fácil de relacionar con la huída de la sucesora de Perón, pero no se queden en ese episodio, porque ambos compartían una característica que fue decisiva en sus mandatos: ninguno de los dos supo manejarse con entera claridad políticamente hablando, por lo que se los consideró "incapaces".
La figura mediática de De la Rúa también ayudó a su debilitamiento político, aunque poco tenga que ver una cosa con la otra. El hecho de salir en uno de los programas más populares de la televisión, con la imágen de un verdadero tonto, porque eso dio a entender al confundir la puerta de salida...
Muchas cosas se pueden reprochar del pasado: complicidades encubiertas, fragilidad política...el gobierno de la Alianza tuvo que soportar muchos problemas, comenzando con la renuncia del vicepresidente que terminó por sepultar el nombre del partido. Pero no es excusa como para señalar a alguien de víctima y a otro de victimario, porque la realidad nos muestra que la culpa fue compartida, aunque muchos traten de lavarse las manos y de no mirar atrás. Nuestro papel ahora no es salir a las calles a hacer ruido como animales buscando una venganza que nunca va a llegar, sino que debemos ser cautos y actuar de acuerdo a lo que somos: personas.
Nuestro pasado esta repleto de errores, cometidos tanto por la clase política como también por la sociedad en su conjunto. Es necesario recordar los malos tiempos, las crisis, las represiones, las vidas que se fueron...pero no para alimentar nuestra sed de venganza, sino para aprender de nuestros propios errores.