Hace unos días el profesor nos sorprendió con un artículo del diario Clarín sobre el feudo que se había constituído en Misiones, donde el gobernador quiere apelar a la reelección indefinida. Los alumnos, al terminar el artículo, quedamos en silencio (me incluyo) cuando el profesor nos preguntó: "¿Les preocupa esta situación?". A mi me sorprendió que el maestro haya comenzado la clase con una noticia como esa, pero no el hecho de que ese mismo funcionario era Kirchnerista. No entiendo por qué se sigue dando pie a escándalos sobre las medidas antidemocráticas de los K. Vivimos en una ilusión, todo el país. El error recurrente es creer que todavía seguimos viviendo en democracia. No sabía que "regular y controlar" eran sinónimo de manipulación y amenaza. Varios sectores productivos tuvieron que resistir las medidas de un gobierno desesperado por satisfacer sus propias necesidades. "No coman carne", una de las tantas mentiras. Por otro lado, no creo que los argentinos vivan dignamente de su trabajo, es más, creo que muchos argentinos ni siquiera tienen trabajo y están "enganchados" a planes sociales que no resuelven el problema de la desocupación. Promesa incumplida. Hace unos meses salió en un diario que el gobierno había prometido construir un número bastante importante de casas y que, debido al lento proceso de construcción, varios grupos piqueteros habían realizado marchas en protesta. Además, en todo el país hay pueblos, barrios y lugares abandonados por la clase política que no tienen agua potable y que, cuando llueve, se hace imposible la entrada por la ausencia de caminos asfaltados. Otro problema surge con las escuelas y los hospitales. Las edificaciones ya están viejas, con más de una década en funcionamiento. Las paredes húmedas y quebradas, y los insumos (ya sean de escuelas o de hospitales) no dan a basto. Mejor ni hablar de las condición de los trabajadores... Lamentablemente, hoy la educación no es la misma de antes, y la clase política tampoco es la misma. El Sistema de Salud de Argentina es una verdadera vergüenza, deberíamos aprender de Cuba. Por fuera, los hospitales públicos se caen a pedazos. Por dentro, se piden enfermeras pero la mayoría no puede ingresar a planta permanente por caprichos políticos. El sueldo no alcanza para comer, se demora hasta meses en llegar (¿Por qué será?) y las horas extras a veces son agotadoras. Por dentro también las obras sociales son deficientes y el Sistema de Salud en general no satisface las necesidades de las personas. Otra promesa incumplida. Primero, con el aumento que el presidente se dió a sí mismo y a sus "asesores" no dijo que no le interesa si los gobernadores son cada vez más ricos. Parece que para gobernar y hacer las cosas bien hay que tener bien lleno el bolsillo. Como dice mi viejo: "el poder seduce". Y segundo: ¿Atentar contra la prensa independiente, negándole publicidad y manejándola a su propio gusto es tener capacidad de gestión?¿Dictar leyes para manipular los ingresos y destinarlos como gusten, a espaldas de la gente, es tener capacidad de gestión? Señor presidente, si llega a leer lo que estoy escribiendo (es muy poco probable), quiero decirle que usted es un inútil. Para terminar enumero algunas de las frases que "decoraron" el folleto de la candidatura de Kirchner en 2003: Signo de que en este país, nada se dice en serio.
La sociedad de a poco se va alejando de la idea pura y legítima del voto; pocos votan realmente. Algunos dejan que se les compre el voto, a otros no les importa votar porque no confían en nadie o simplemente derrochan su decisión (por muy importante que sea) a través del voto en blanco. La justicia está por el piso: los ricos desfilan por tribunales pero en el fondo termina siendo una pantalla para conformar a la sociedad; los asesinos, secuestradores y delincuentes en general parecen haber desaparecido, o bien la policía no hace el esfuerzo para encontrarlos; las marchas por justicia nunca terminaron, los genocidas de antes recién ahora son juzgados y, como dicen la mayoría de los medios, los robos han aumentado.
La realidad en la que vivimos no se asemeja ni un poco a la democracia. Muchachos, cuando el cielo se oscurece, es mejor prender la luz y dejar de soñar.
Promesas K
Hace unos días hubo limpieza en mi casa (gracias a Dios) y encontré una carpeta con varias recopilaciones sobre las elecciones 2003 y la inundación en Santa Fe. Me puse a leer las medidas políticas de la campaña "Frente para la victoria" y descubrí algunas promesas incumplidas:"Un modelo de producción y trabajo exige articular inteligentemente y con sentido nacional, lo público y lo privado. Estado y mercado no deben confrontar, sino asociarse en la construcción de un país distinto, con un perfil productivo donde aprovechemos nuestras ventajas competitivas. El Estado: promueve, regula y controla. El mecado: invierte, produce y gana. Los argentinos: pueden vivir dignamente de su trabajo".
"En un país en serio, el Estado -cuidando el equilibrio fiscal- realiza obra pública para garantizar una infraestructura básica social y de reconversión económica (viviendas, caminos, red de agua potable, escuelas, hospitales)".
"En la Argentina hubo tiempo en el que estudiar fue garantía de progreso social y crecimiento personal. En la Argentina hubo un tiempo donde nuestra educación era orgullo nacional. Masividad en la escolaridad primaria y media y excelencia en la universidad fueron sus símbolos".
"Debemos construir un Sistema Nacional de Salud, en consenso con los distintos subsectores (públicos, privados y de las obras sociales) en el que el eje referencial sea el hospital público, tanto en el macro como en la micro gestión con base en el desarrollo local, garantizando una mejor calidad en las prestaciones".
Capacidad de gestión: que no es hacer 'que cierren las cuentas' públicas mientras los ciudadanos se caen de la estructura productiva.
Honestidad: que se mide con los resultados de esa gestión, preguntando dónde están los recursos que se le confiaron en una Argentina donde las administraciones son cada vez más pobres y los gobernadores cada vez más ricos.
Trabajo: que es, simple y sencillamente, la voluntad y el esfuerzo de los dirigentes para cumplir con los objetivos propuestos a la ciudadanía.
9 de agosto de 2006
Escrito en: Argentina
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