21 de mayo de 2007

Leyendo en Página 12

Ayer compré el diario Página 12 (de Argentina) y en uno de sus suplementos encontré un artículo muy interesante. La sección es Radar y el título dice "Helvética: esto que usted lee". En el mundo de Internet no conozco a nadie que se ponga a pensar en lo que significa un tipo de letra y cuál es la diferencia con otro, pero hay gente que le da mucha importancia:

La tipografía Helvética celebra su 50º aniversario. Probablemente hoy la hayan visto miles de veces. ¿Por qué? En este momento, en salas de reuniones de todo el mundo, capitanes de la industria miran páginas y páginas de tipografías. Hay cientos de opciones, pero a muchos de ellos no les lleva demasiado tiempo decidirse por la Helvética. Vivimos rodeados de publicidades y comunicaciones corporativas, muchas compuestas en tipografías que subliminalmente complementan el mensaje.
La Helvética es sans serif. No hay hilachas al final de las letras. Tiene líneas claras y suaves, y una geometría no obstructiva que casi sugiere que fue diseñada para no destacarse. (...)
Inspirada en una tipografía creada en 1896, la Helvética fue diseñada por Max Miedinger en 1957, junto a Eduard Hoffman, para la Haas Type Foundry, en Muenchenstein, Suiza. Lo "suizo" es parte de su atractivo.
Pero, lejos de las corporaciones, muchos usuarios de computadoras siguen el mismo camino de elegir tipografías que dicen algo sobre sí mismo cuando mandan un e-mail, escriben una carta o un currículum. La mayoría apoya a la Helvética usando su clon digital, la tipografía Arial -quizá porque es fácil de leer, porque resulta familiar o porque suele ser la tipografía predeterminada de los sistemas-. Otros usan una Courier o Times New Roman para impartir autoridad, o utilizan la graciosa Comic Sans.
La Helvética puede ser la tipografía dominante, pero no ha destrozado a la oposición. Y tanto al usarla como al no usarla, se está enviando un mensaje.


Fuente ▼ Página 12

0 se identificaron: