"Election Day!" es una de las frases célebres de una película que nunca me canso de ver, con actores como Leonardo Di Caprio o Cameron Díaz, algo violenta pero con una trama más que interesante: Pandillas de Nueva York. La escena en la que uno de los personajes vocifera esta frase, pertenece al día de elecciones y concurren a votar hasta los inmigrantes que llegan a bordo de barcos repletos de personas. Lo más curioso es que después de ir a las urnas, los hacían pasar por la barbería para cambiarlos en apariencia y así poder votar nuevamente. En una palabra: fraude.
Esta es una de las cosas que están caracterizando a la historia política inmediata en Argentina. Basta con ir a Córdoba y preguntar qué pasó en las últimas elecciones, o consultar qué hubiera pasado si el socialismo en Santa Fe no ganaba por mucha diferencia. El fraude convive con los argentinos como lo hacen los mosquitos cuando el calor es inaguantable.
Hoy jueves estamos a 3 días de que el rumbo del país cambie o siga siendo el mismo. No sufrimos por tener un presidente borracho y escandaloso como los franceses, ni uno que tenga que lidiar con grupos guerrilleros en su propio país, como sucede en España... pero nos alcanza con tener más de la mitad de la población algo atontada. Y créanme, esto es mucho peor!

Cuando tuve mi primera "reunión" de centro de estudiantes debido a que estaba anotado para la lista del año que

En ese momento no podía hacer nada, porque por más que vaya a hablarles, las cosas iban a seguir siendo las mismas y se me iban a reír como los mejores. Pero, decidí sacar dos fotos, con el celular, para traerlas al blog y acompañar este artículo. La verdad, esta no es manera de hacer política... y demuestra que la mayoría de los jóvenes se vende por 50 pesos o por un pancho y una gaseosa. Y así comienzan... pegando carteles, llendo a movilizaciones que ni siquiera saben por qué se hacen, vendiendo su propio voto (su propia posibilidad de cambiar algo) hasta terminar siendo piqueteros que salen a quejarse por cualquier cosa o ladrones que salen... pero no a quejarse.
La política argentina siempre tuvo sus idas y vueltas... sus crisis y auges... pero en este momento creo que está quieta. No marcha ni para adelante ni para atrás, simplemente porque la gente no quiere. Veo en diarios (impresos) y en sus versiones on-line que las personas se viven quejando porque, según ellos, la clase política va de mal en peor, no pueden solucionar sus inquietudes y problemas, y la mayoría son ladrones que entran en el juego solamente para favorecerse económicamente... entre otras cosas.
También leo blogs en los que los escritores remarcan las cosas negativas que tienen su dirigencia política y hasta tiran palazos hacia su propio partido. Ahora bien... ¿qué hacen además de quejarse todo el santo tiempo? NADA. Yo tengo una teoría al respecto, que seguramente mi viejo detestará porque él es de la generación "hay que luchar siempre": mientras no tengas nada para hacer, mejor cierra la boca, no te quejes... y cuando realmente te aparezca una idea lo suficientemente buena como para cambiar la realidad, hazlo. Es decir, para qué quejarse todo el tiempo si con eso no vamos a cambiar nada, mejor cerrar la boca y pensar una buena manera de cambiar las cosas. Históricamente, la sociedad argentina pudo hacer cosas grandes, desde luchar por los derechos humanos hasta "derrocar" a un presidente inútil con sólo cacerolas...
Para mostrar hasta dónde hemos llegado, les pongo debajo un video de Rock & Pop, donde incitan de una manera muy original, a votar con compromiso y con la cabeza. Que una emisora dedicada a la música esté haciendo este tipo de campañas, muestra lo mal que estamos en materia política... sobre todo a la hora de votar.
El de la golpiza, por si no lo saben, representa a José de San Martín, uno de los próceres más importantes de la República Argentina.
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